Sylvia, yo tengo una habitación entera llena de porquerías inservibles. A ver:
los cuadernos (ya te conté),
lámparas (la mayoría rotas),
herramientas (yo no se ni cambiar un cuerito),
fotos (tan viejas que ni reconozco a los que están en ellas),
pinturas (todas resecas) y sus pinceles (más resecos),
estampitas de comunión (ya descoloridas),
atlas (de antes de la caida de la cortina de hierro),
disquettes (quizás con virus),
chupetes de mis hijos (puajjjjj),
una tabla de barrenar (yo vivo en Santa Fe, el mar a 1.000 km.),
billetes (australes, moneda nacional, pesos ley...)
Podría seguir la lista pero para muestra basta un botón... ah! también tengo botones (que jamás coseré), jaaaaaaaaaaa! Un beso!